Extremadura está “empeñada” en situarse definitivamente en un escenario industrial sostenible, asentando su futuro sobre “el binomio energía y desarrollo industrial”.

 

Así, el año 2022 la región volvió a batir récord en cuanto a potencia instalada y a inversión, unos resultados que responden a la programación incluida en el Plan Extremeño Integrado de Energía, un documento que, dada esta evolución, se va a actualizar a lo largo de 2023 para dar cabida a objetivos más ambiciosos en ámbitos como el autoconsumo o el hidrógeno verde.

El pasado ejercicio se legalizaron más de 5.000 instalaciones de autoconsumo de particulares y  más de 450 instalaciones de autogeneración en empresas, con una potencia instalada de más de 20 MW como fórmula para rebajar los costes energéticos de sus negocios.

Y, según datos aportados por la Consejería para la Transición Energética y Sostenibilidad, hay numerosos proyectos empresariales que Extremadura tiene sobre la mesa y que van a fomentar una fructífera colaboración público-privada en infraestructuras estratégicas de transporte de la red eléctrica y de los gases renovables. 

Proyectos que están asentando la cadena de valor industrial en la región, incluida la del sector energético, en opinión de su titular, Olga García, quien desde la Junta de Extremadura asume y potencia esa labor como facilitadores, desarrollando “un marco regulatorio que guía las estrategias de inversión y que proporciona certezas a este desarrollo industrial”.

En este sentido, Extremadura cuenta hoy con un decreto ley para regular el aprovechamiento del litio y otro que declara de interés general la producción de hidrógeno, a partir de energía eléctrica procedente de instalaciones aisladas de generación de energías renovables en la región.

Frente a la crisis energética, Extremadura está cumpliendo la prioridad de Europa que apuesta por acelerar la implantación de renovables, de una mayor variedad de renovables y sin frenos burocráticos, respetando los procedimientos ambientales y en estrecha colaboración con las empresas promotoras. Según la consejera, “el empeño de Extremadura pasa por posicionar definitivamente la región en un escenario industrial sostenible, porque nuestro futuro se alimenta de energía verde”.