El Instituto Catalán de Energía (ICAEN), ha publicado las bases reguladoras de las subvenciones para la instalación de infraestructuras de recarga del vehículo eléctrico, en el marco del Plan estratégico para el desarrollo de infraestructura de recarga para el vehículo eléctrico en Cataluña 2016-2019 (PIRVEC).
Esta línea de ayudas, dirigida a ayuntamientos y entidades municipales descentralizadas, se abrirá a mediados de septiembre y permitirá completar la red de recarga rápida de Cataluña, por lo que todo el territorio disponga, a un máximo de 30 kilómetros, de una estación que permita cargar hasta 120 kilómetros en menos de media hora.
Por ello, estas bases incorporan como novedad el hecho de que sólo la podrán solicitar ayuntamientos y entidades municipales descentralizadas situados en aquellas comarcas que tienen como máximo una estación de recarga rápida de 50kW operativa y en servicio. Además, las nuevas estaciones deberán ser interoperables, es decir, deberán permitir el acceso de cualquier usuario con la identificación de cualquier otro municipio que tenga puntos de recarga impulsados por la Generalitat.
Esta convocatoria aumentará la red pública de recarga rápida de Cataluña hasta más allá de las 100 estaciones. Hasta el momento, la Generalitat ha invertido 2,3 millones de euros en el PIRVEC, tanto en la instalación de puntos de recarga como en medidas como la puesta en servicio de un visor de puntos de recarga en tiempo real, que permite ubicar sobre el mapa las estaciones y saber si están disponibles o ocupadas, o la creación de la Alianza de municipios para la interoperabilidad de las estaciones públicas de recarga, que tiene como objetivo ampliar la interoperabilidad a todos aquellos municipios que dispongan de puntos de recarga pública para facilitar la movilidad plena por todo el territorio a los vehículos eléctricos.
Con estas medidas, la Generalitat pretende hacer de Cataluña un país cada vez más atractivo para la movilidad eléctrica e impulsar la matriculación de vehículos eléctricos, lo que se traducirá en beneficios como la menor contaminación del aire y el descenso de la dependencia de los combustibles fósiles. Además, el vehículo eléctrico es un elemento esencial en la transición energética hacia un nuevo modelo más limpio y democrático. Por un lado, su batería da capacidad al sistema eléctrico para una mayor penetración de las energías renovables; por la otra, otorga al ciudadano la capacidad de almacenar y gestionar aquella energía que genere en instalaciones de autoconsumo.