El Registro de Certificados de Eficiencia Energética de Castilla y León tiene ya inscritas 81.318 viviendas y edificios a fecha 24 de enero de 2017, una cifra que se ha multiplicado por más de cinco desde 2013, cuando entró en vigor el Real Decreto 235/2013 por el que se hizo exigible este distintivo como paso previo al arrendamiento o enajenación de cualquier inmueble.
El Registro de Certificados de Eficiencia Energética de Castilla y León tiene ya inscritas 81.318 viviendas y edificios a fecha 24 de enero de 2017, una cifra que se ha multiplicado por más de cinco desde 2013, cuando entró en vigor el Real Decreto 235/2013 por el que se hizo exigible este distintivo como paso previo al arrendamiento o enajenación de cualquier inmueble.
El 89 % de estas acreditaciones (72.387 en números absolutos) se corresponden con pisos, bloques y viviendas unifamiliares adosadas, y de ellos siete de cada diez han obtenido una calificación energética D o E en emisiones de dióxido de carbono.
El 11 % restante (8.931 inmuebles) son edificios de uso terciario, donde se incluyen locales, oficinas, hoteles, residencias, centros docentes y hospitales, entre otros.
Por provincias, de las 81.318 certificaciones registradas a finales de enero de 2017, 4.683 se han emitido en la provincia de Ávila; 11.927 en Burgos; 15.189 en León; 5.443 en Palencia; 13.559 en Salamanca; 5.439 en Segovia; 2.370 en Soria; 18.962 en Valladolid y 3.746 en Zamora.
La propia Junta de Castilla y León está certificando los edificios de su patrimonio, teniendo en la actualidad 806 edificios certificados.