El vicepresidente Aierdi destaca los valores de los siete proyectos finalistas como ejemplos inspiradores para acometer intervenciones ambiciosas de regeneración urbana en inmuebles y barrios aprovechando las ayudas extraordinarias de los Next Generation.
La acción para la mejora de la eficiencia energética de dos edificios de viviendas de la calle Río Ega del barrio pamplonés de Azpilagaña ha obtenido el III Premio Biziberri que reconoce el mejor proyecto a la rehabilitación. Ha sido el elegido entre los siete trabajos finalistas que son “ejemplos inspiradores para acometer intervenciones ambiciosas de regeneración urbana”, tal y como ha remarcado Aierdi.
El vicepresidente y consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos, José María Aierdi, ha hecho entrega de la placa que simboliza este galardón a Luis Piérola, propietario de una de las viviendas de las comunidades de vecinos que ha recibido el galardón en representación del proyecto premiado. En el acto también han intervenido la directora general de Vivienda, Ana Bretaña, y el director del servicio Javier Etayo.
La entrega del galardón ha tenido lugar en el marco de una gala celebrada esta tarde en la Filmoteca de Navarra que ha contado con la asistencia de cerca de 200 personas, entre los que han estado presentes representantes de los siete proyectos finalistas, personal de las Oficinas de Rehabilitación de Vivienda y Edificios (ORVE), de los equipos ELENA, profesionales del sector, así como galardonados en las ediciones de 2018 y 2020. En la gala se han proyectado los audiovisuales, creados por el cineasta tudelano Julio Mazarico, que muestran las historias humanas de cada uno de los siete proyectos finalistas. Además, ha contado con la participación de las bailarinas Claudia Vicente, Ana José, Laura Grávalos, Lara Acarreta y Ana Saso, y el bailarín José Mª Royo, así como con las piezas musicales interpretadas por Vidal Diaz, Ibai Armendariz y Patricia Añon.
Los premios ‘Biziberri Navarra Rehabilita’ tienen como fin distinguir, con carácter bianual, las rehabilitaciones protegidas más destacadas por su contribución al mantenimiento de la edificación, por su calidad de su ejecución, por la implementación de una arquitectura responsable y comprometida con el medio ambiente o por la conservación de las construcciones existentes, reinterpretándolas y adaptándolas a las actuales necesidades.
Proyecto premiado
La intervención premiada en los dos edificios de viviendas en el barrio pamplonés de Azpilagaña, que constan de planta baja, cuatro alturas y ático, con dos viviendas por planta y diez viviendas por cada uno de los portales, ha consistido en la instalación de la envolvente térmica para subsanar las deficiencias en eficiencia energética que presentaban los edificios. Con ello se ha procedido a la instalación de una fachada ventilada en la fachada principal y fachada trasdosada con aislamiento térmico en las demás zonas, con la actuación correspondiente en las carpinterías exteriores.
El jurado, formado por personal técnico del Servicio de Vivienda del Gobierno de Navarra, de las ORVEs y de Nasuvinsa, ha destacado de este proyecto la predisposición de las personas propietarias “para ponerse de acuerdo y adoptar la misma solución constructiva, así como su adecuada elección de materiales de acabado de fachadas consiguiendo una imagen actualizada”.
La rehabilitación se ha llevado a cabo en un edificio de 49 años de antigüedad y ha sido guiada por los arquitectos Rufino Bruguera y Javier Jabat y la constructora TAPARSA.
Alternativa para hacer ciudad
En su intervención, el vicepresidente y titular de Vivienda, José María Aierdi, ha agradecido el esfuerzo que realizan tanto las personas y comunidades promotoras y profesionales de las ORVE, así como agentes profesionales para fomentar y ejecutar los proyectos de rehabilitación, “una función social con acciones que nos llevan a transformar nuestros pueblos y ciudades y, en definitiva, a cambiar la vida de la gente, como solemos decir Cambiamos las casas… cambiamos las cosas”.
El consejero ha remarcado a su vez “el esfuerzo del Gobierno de Navarra para fomentar las acciones de rehabilitación, con el aumento de las ayudas públicas concedidas y la llegada de los fondos Next Generation, junto con los beneficios que estas acciones generan ante el cambio climático y la reactivación económica que crean las obras de rehabilitación”.
Cabe recordar que las subvenciones que el Ejecutivo dedica a la rehabilitación protegida se han triplicado desde 2015 al pasar de 9 millones de euros a más de 28 millones, así como el salto cualitativo que espera dar el Gobierno de Navarra con las diferentes nuevas líneas de ayudas actividades en el marco del Plan Biziberri, con la inyección de los fondos Next Generation con un total de 50 millones de euros para invertir hasta 2023, a los que se suman los 20 millones de fondos IDAE para ejecutar hasta el 2026. Además, se han creado en las distintas comarcas de la Comunidad Foral los equipos técnicos del programa europeo ELENA, que dinamizan y asisten a las comunidades de vecinos.
Finalistas
Para la convocatoria de los Premios Biziberri de este año se han seleccionado más de 900 actuaciones de rehabilitación protegida realizadas en Navarra en los dos últimos años, de ella se han seleccionado seis finalistas junto con el proyecto premiado. Entre estos proyectos figuran actuaciones de mejora de eficiencia energética o accesibilidad, acciones en el entorno rural o adecuación de viviendas de barrios históricos.
Los seis proyectos finalistas son los siguientes:
Seleccionado por la ORVE de la comarca de Pamplona / Iruña han sido finalistas la intervención para mejorar la accesibilidad de un edificio de ocho familias en Berriozar; la rehabilitación integral del edificio que fue la casa natal de ‘Sabicas’ de la calle Mañueta de la capital navarra; y la accesibilidad en un edificio de la calle Pascual Madoz, del segundo ensanche.
La ORVE de Tudela seleccionó la adecuación a la normativa de eficiencia energética del edificio del Scalextric ubicado en el barrio de Lourdes de Tudela, que ha consistido en la instalación de envolvente térmica y que se enmarca en el programa público Tudela Renove.
La ORVE de la comarca Pirineo-Sangüesa / Zangoza escogió dos proyectos. Por un lado, la recuperación integral de una casa unifamiliar en Aibar, iniciativa propuesta por el joven Sergio Elarre, y por otro lado, la rehabilitación de un edificio histórico de Sangüesa, que data del año 1800, proyecto propuesto por Tetyana Pavlenko y que ha habilitado el inmueble como residencia habitual.